En el comercio internacional, la rentabilidad de una operación depende de muchos factores: costes de transporte, tiempos de tránsito, tipo de cambio o gestión documental. Sin embargo, hay un aspecto que a menudo pasa desapercibido y que puede marcar la diferencia en los márgenes de una empresa importadora: la clasificación arancelaria.

Asignar correctamente el código arancelario no solo es un requisito legal, también es un elemento estratégico que afecta directamente a los costes finales de importación.

¿Qué papel juega la clasificación arancelaria en los márgenes?

El código arancelario (HS/TARIC en la Unión Europea) determina:

• El tipo de arancel que debe pagar una mercancía.
• Los impuestos asociados (IVA, impuestos especiales, etc.).
• La posibilidad de aplicar reducciones o exenciones en virtud de acuerdos comerciales internacionales.

Un error en este punto puede suponer que una empresa pague más de lo debido, reduciendo sus márgenes de beneficio sin necesidad.

Impacto directo en los costes de importación

Los efectos de una clasificación incorrecta se reflejan de forma inmediata en la rentabilidad de la operación:

• Pago de aranceles más altos. Un código erróneo puede situar un producto en una partida con aranceles superiores.
• Pérdida de preferencias arancelarias. No aplicar correctamente un acuerdo comercial puede impedir beneficiarse de reducciones previstas.
• Sanciones o recargos. Las autoridades aduaneras pueden imponer ajustes de valor y sanciones que erosionan aún más el margen.
• Costes logísticos adicionales. Las retenciones en aduanas generan gastos de almacenamiento y retrasos en la entrega.

Ejemplo práctico

Imagina una empresa que importa calzado.

• Código incorrecto: arancel del 17%.
• Código correcto: arancel del 8%.

En una operación de 100.000 € en valor de aduana, el error en la clasificación supondría 9.000 € adicionales de coste. Un simple código puede reducir drásticamente el margen de beneficio.

Cómo proteger los márgenes con una clasificación correcta

Para evitar estos impactos negativos, es fundamental:

1. Analizar en detalle cada producto (composición, uso, función, presentación).
2. Mantenerse actualizado con las modificaciones anuales del TARIC.
3. Consultar acuerdos comerciales vigentes que permitan reducir aranceles.
4. Contar con especialistas en aduanas que aseguren precisión y seguridad en la clasificación.

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