En los últimos años, distintos factores geopolíticos, económicos y sanitarios han influido directamente en el encarecimiento del transporte y la logística internacional. La guerra en Ucrania, iniciada en 2022, alteró rutas comerciales, disparó los precios del combustible y generó tensiones en la cadena de suministro. A ello se suman la inflación global, el encarecimiento de las materias primas y los efectos aún persistentes de la pandemia de COVID-19, que provocó escasez de contenedores, congestión portuaria y retrasos prolongados. Como resultado, los costes logísticos han aumentado considerablemente, afectando a empresas de todos los sectores y obligándolas a rediseñar sus estrategias para mantener su competitividad.

En este contexto, las empresas logísticas tienen el desafío de garantizar un servicio ágil, seguro y fiable sin elevar de forma descontrolada sus precios. Esto es especialmente importante en sectores como el farmacéutico, la alimentación, el transporte de maquinaria o la gestión de residuos, donde la calidad del servicio logístico incide directamente en la integridad del producto final.

Para lograr este equilibrio, cada vez más compañías están implementando medidas específicas orientadas a optimizar los costes sin comprometer la calidad. ¿Cuáles son algunas de ellas?

• Digitalización de procesos logísticos: automatizar y digitalizar tareas permite reducir errores humanos, agilizar flujos y mejorar la trazabilidad. Herramientas como los sistemas de gestión de almacenes (WMS) o de transporte (TMS) permiten una planificación más eficiente y en tiempo real. Por ejemplo, en el transporte farmacéutico, la digitalización del control de temperatura garantiza que se mantenga la cadena de frío sin margen de error, reduciendo pérdidas y evitando sanciones regulatorias.
• Optimización de rutas de transporte: gracias al uso de software especializado, muchas empresas logran planificar rutas que reducen distancias, tiempos y consumo de combustible. En la distribución de alimentos frescos, reorganizar las rutas para evitar zonas de tráfico denso y aprovechar los horarios nocturnos puede mejorar la puntualidad y la frescura del producto, al tiempo que reduce costes operativos.
• Consolidación de cargas: agrupar envíos con destinos cercanos permite maximizar la carga útil de los vehículos y disminuir los trayectos en vacío. Esta práctica resulta especialmente útil en operaciones de paletería.
• Uso eficiente del espacio de almacenamiento: implementar soluciones como el almacenamiento dinámico permite reducir costes de inventario y acortar los ciclos de preparación. En sectores como el de la maquinaria industrial, minimizar los tiempos de almacenaje evita la ocupación prolongada de espacios y acelera la rotación de mercancías.
• Externalización estratégica (outsourcing): delegar operaciones a operadores logísticos especializados permite a muchas empresas acceder a mejores tecnologías y redes de distribución sin necesidad de inversiones propias.

Una logística de calidad sin renunciar a la seguridad

Además de estas medidas, es fundamental mantener una visión estratégica y colaborativa en toda la cadena de suministro. La coordinación entre fabricantes, operadores logísticos y distribuidores permite anticiparse a problemas, reducir cuellos de botella y adaptarse con rapidez a los cambios del entorno. En un mercado globalizado y volátil, la agilidad es tan importante como la eficiencia.

En Logisber tenemos la calidad del servicio como una de nuestras razones de ser. Combinamos tecnología, especialización sectorial y compromiso operativo, y estamos especializados en transporte internacional. Si tu empresa busca un socio logístico capaz de optimizar recursos sin perder precisión ni fiabilidad, contacta ahora con Logisber.