Para cualquier empresa es fundamental explorar nuevas oportunidades de negocio que permitan expandir su alcance y aumentar sus ganancias. Una de las opciones más atractivas en los últimos años ha sido el mercado chino, tanto a la hora de exportar mercancías como al importar productos.

China, con su crecimiento económico constante y su población de más de 1.400 millones de habitantes, ofrece un enorme potencial para empresas que deseen exportar o importar a precios competitivos. Pero no es una tarea sencilla. Hay que tener en cuenta multitud de factores para lograr que una operación transitaria se lleve a cabo de forma eficaz, rápida y al menor coste posible. ¿Qué ventajas tiene comerciar con el gigante asiático?

• Gran mercado consumidor: China es el país más poblado del mundo y cuenta con una clase media en constante expansión. Esto implica un gran número de consumidores potenciales de productos y servicios, lo que puede traducirse en un aumento significativo de las ventas y ganancias.
• Costes de producción competitivos: China es conocida por ser “la fábrica del mundo” debido a que cuentan con una mano de obra abundante e infra pagada. Esto facilita la obtención de productos manufacturados a precios inferiores en comparación con muchos otros países, lo que mejora el margen de beneficio y permite obtener precios más competitivos en el mercado europeo.
• Infraestructura de transporte y distribución eficiente: China ha invertido enormemente en su infraestructura de transporte, lo que ha dado lugar a una red de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos altamente desarrollada. Esto facilita el envío y la distribución de productos de manera rápida y eficiente, tanto dentro de China como a nivel internacional.
• Oportunidades de almacenamiento: Las ciudades chinas cuentan con modernas instalaciones de almacenamiento y logística que pueden ayudar a garantizar una gestión efectiva del inventario de una empresa. Esto es especialmente importante si el objetivo es importar productos desde China para luego distribuirlos, por ejemplo, en Europa.
• Tratados comerciales y aranceles preferenciales: China ha firmado numerosos acuerdos comerciales con países de todo el mundo, lo que facilita el comercio internacional. Además, existen acuerdos de libre comercio entre China y algunos países europeos, esto ha dado pie a la creación de aranceles preferenciales y reducidos que favorecen la rentabilidad de las transacciones comerciales.
• Simplificación de trámites aduaneros: El gran país asiático ha implementado medidas para agilizar los procesos aduaneros, hecho que reduce la burocracia y el tiempo requerido para importar o exportar mercancías. Esto contribuye a una mayor eficiencia y reduce los costes asociados con los trámites aduaneros.

¿Cómo exportar a China de forma efectiva?

Para realizar cualquier tipo de exportación a China es importante conocer todos los trámites y procesos de la cadena logística. Desde el etiquetado, el transporte por carretera al puerto o aeropuerto, hasta el seguimiento mediante una rigurosa trazabilidad o la llegada de la mercancía a territorio chino. Para lograr realizar de forma efectiva todos estos trámites, puede ser de gran ayuda contar con el asesoramiento de un operador logístico experimentado en el comercio con China como Logisber.

Nos encargamos de ayudar a las empresas a importar y exportar productos con China como origen o destino. Entre las mercancías con las que más se comercia encontramos alimentos y bebidas, ropa, productos farmacéuticos, vehículos, maquinaria pesada, elementos electrónicos o muebles. Si deseas subir a un nivel superior estableciendo relaciones comerciales con empresas chinas contacta ahora con Logisber y te asesoraremos en todo el proceso logístico para que sea un completo éxito.