Black Friday, del origen a su impacto logístico global

Cada noviembre, el Black Friday desencadena una fiebre de compras en todo el mundo, marcando el inicio oficial de la temporada navideña. Pero detrás de las ofertas y los descuentos masivos hay una historia fascinante y una compleja red logística que sostiene este fenómeno.

El término «Black Friday» surgió en los años 60 del siglo XX en Filadelfia, Estados Unidos, cuando la policía local usaba esta expresión para describir el caos en las calles el día después de Acción de Gracias, provocado por multitudes que buscaban adelantar sus compras navideñas. Con el tiempo, los comerciantes vieron una oportunidad de negocio, ofreciendo descuentos para atraer más compradores.

En los años 80, el concepto evolucionó hacia una visión más positiva: las ventas masivas del Black Friday ayudaban a los negocios a pasar de números «rojos» (pérdidas) a «negros» (ganancias). Desde entonces, este día se ha transformado en un evento global, traspasando fronteras y adaptándose a las particularidades de cada mercado.

Aunque el Black Friday es sinónimo de grandes oportunidades para los consumidores, representa un gran reto para la logística. Coordinación, eficiencia y tecnología son las claves para garantizar que millones de productos lleguen a tiempo a sus destinos.

Es importante que las empresas implementen una planificación previa exhaustiva para prever la demanda y evitar colapsos en las cadenas de suministro. Es por ello que los almacenes deben estar abastecidos con los productos correctos en las ubicaciones estratégicas, minimizando los tiempos de tránsito y maximizando la capacidad de respuesta.

¿Puede ser el Black Friday sostenible?

Con el auge del comercio electrónico, el Black Friday también plantea un reto ambiental. El aumento en el número de envíos genera un impacto significativo en términos de emisiones y residuos. En este sentido, muchas empresas logísticas están adoptando prácticas más sostenibles, como la consolidación de envíos, el uso de vehículos eléctricos y la implementación de embalajes reciclables.

En Logisber, creemos que el futuro del Black Friday está en equilibrar la eficiencia operativa con la responsabilidad ambiental, demostrando que es posible afrontar la creciente demanda sin comprometer el cuidado del planeta.

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